En el corazón de esta finca de 47.231 m², los 430 m² construidos destacan por una arquitectura que combina tradición mediterránea y diseño contemporáneo. El comedor principal se abre bajo una secuencia de arcos de medio punto con acabado en estuco blanco de cal, enmarcados por ventanales de acero negro de gran formato que conectan con el paisaje. El suelo de piedra gris recuerda a las calles empedradas de Dubrovnik, mientras que las vigas de madera natural aportan calidez y autenticidad. El salón principal, amplio y acogedor, mantiene la misma esencia: muros blancos, vigas vistas y asientos integrados de obra que refuerzan la sensación de continuidad arquitectónica. Un gran ventanal inunda de luz natural la estancia, mientras el pavimento de piedra en mosaico circular añade dinamismo. La cocina, totalmente equipada, se integra de manera funcional y elegante en la zona social, creando el lugar perfecto para reuniones familiares y de amigos. La propiedad dispone de cuatro dormitorios con baño en suite, cada uno diseñado para transmitir serenidad. La suite principal incorpora un espacio de descanso adicional, acceso directo a un patio privado enmarcado por buganvillas y un baño elegante con acabados en piedra natural. Los dormitorios secundarios también cuentan con grandes ventanales de hierro y vistas hacia jardines y patios verdes, reforzando la calma de los espacios privados. En la planta inferior, con 127 m², se ubica la exclusiva zona de bienestar: un gimnasio de diseño contemporáneo equipado con maquinaria de última generación, un área de spa con piscina interior y un baño estilo balneario. El espacio se completa con una sala de cine privada, convirtiendo esta planta en un refugio de ocio y relajación. En el exterior, la finca despliega un auténtico paisaje mediterráneo. La piscina de gran formato se integra en un jardín diseñado con olivos centenarios, lavandas, gramíneas y flores silvestres que acompañan la vista hasta la Serra de Tramuntana. Varias pérgolas cubiertas de buganvillas generan sombras naturales sobre las terrazas, donde distintos rincones de estar y comedor al aire libre invitan a disfrutar de la vida exterior durante todo el año. En conjunto, la propiedad ofrece un estilo refinado y atemporal: una finca que une líneas puras, materiales nobles y un entorno natural privilegiado, logrando una atmósfera de calma, sofisticación y absoluta privacidad.